“El gato pasó por al lado de los
contenedores, frenético y un olor le hizo girar la cabeza. Por encima de toda
la mezcla olía a su comida favorita: “mojamaaa”, pensó mientras sus pupilas se
dilataban intentando identificar la fuente de ese delicioso aroma. Se lanzó en
cuanto lo vislumbró pero inmediatamente lo escupió de la boca. En vez del sabor
salado y angelical que esperaba tastar, un sabor amargo le invadió en su lugar,
un sabor que mucho distaba del original. “Está soso”, pensó cabizbajo mientras
iba en busca de otro callejón donde calmar su hambre”.
Gato listo!!! jejeje
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