Jimena y
Lucas son objeto de una cita a ciegas por parte de unos amigos (otra
pareja) comunes. Sin ánimo de contar más de la cuenta me ha
sorprendido la pasión que siente esta pareja con sólo mirarse, ya
no digo nada si apenas se tocaban o rozaban.
Es
simpático el ir y venir de los personajes, la necesidad de
plantearse el presente y el futuro juntos, los sentimientos que no
se pueden dominar y la realidad de cada uno de ellos.
Todo
junto es una bomba que la autora sabe hacer explotar en el momento
adecuado.
Me gusta
como escribe Olga Salar, exponente de Novela Romántica, quizás,
para mi gusto, un poco juvenil pero, sin duda, una forma encantadora
para el lector de vivir y sentir una romance ajeno.
Autora
para repetir.
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