PILAR MOROS BORGOÑÓN ayuda, como psicóloga clínica, a las
personas que acuden a ella a afrontar los problemas que pueden ir
surgiendo a lo largo de la vida, porque la vida es larga y nos tiene
preparados baches que debemos aprender a saltar y, en ocasiones,
necesitamos a personas como PILAR para que nos guíen.
Además esta autora ayuda, también, a afrontar el duelo, la pérdida
de un ser querido y la obra que reseño hoy es sobre este tema. Nos
dice la contraportada que se trata de “un libro en el que se unen
historias de vidas, de seres humanos...de los que están y de los que
ya se han ido. A través de sus palabras, los protagonistas de estas
cartas, nos van descubriendo cómo han afrontado y superado la
pérdida de sus seres queridos, cómo a pesar de estar alejados en el
espacio y el tiempo de ellos, consiguen mantener ese hilo conductor
de la comunicación y el amor. Se han ido, pero siguen vivos. Están
con nosotros, estamos con ellos. La paz, la compasión, la ternura,
la comprensión, el agradecimiento, el perdón se inunda de cada
corazón. Son sentimientos de vida, de nuestros encuentros, de
nuestras despedidas. Lo que permanece en nuestro interior no muere
nunca, renace a la vida”.
El duelo, nos indica este libro en su presentación, es la
experiencia de la ausencia, tanto de su interiorización como de su
salida afuera. Este libro reúne cartas dirigidas a seres queridos
que han faltado. Van dirigidas al abuelo, abuela, padre o madre y son
realmente emotivas.
La autora ha creado la Asociación RE-VIVIR como apoyo y ayuda
psicológica especializada para atender a personas que han perdido a
un ser querido. Admirable.
Aquí os dejo, con mi reseña, mi pequeño homenaje para PILAR MOROS
BORGONÓN y al difícil trabajo que realiza día a día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario