Un super microrrelato de LAURA RUBIO TORRECILLAS que invita a la reflexión.
La
playa estaba vacía
"Se
sentó en la orilla, miraba sin ver, enfocó sus pensamientos hacia
algo positivo. Le costó un gran esfuerzo porque esa semana había
sido horrible. Pero la arena fría y húmeda bajo sus pies desnudos y
la suave brisa que ponía su piel de gallina fue la cura que
necesitaba. Agradeció aquella soledad que tanto necesitaba: no
hablar, no escuchar, no tener que ser amable ni un minuto más. Solo
sentir, reencontrarse y mañana ya volvería a ser aquella chica
amable, servicial y atenta."
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