Mirad:
"Era
uno de esos hombres que siempre consiguen lo que se proponen, sin
importar lo que costara, a quién pisara o qué tuviera que hacer
para conseguirlo. Si se hubiera propuesto ponerle vallas al mar, sin
duda, el mar tendría vallas. En una de sus locuras topó con alguien
que no se amilanó ante su poder y su fama. Una muchacha, de
apariencia frágil pero valiente y luchadora le plantó cara, se
enfrentaron, le aguantó la mirada más tiempo que muchos tiburones
del sector y dando por zanjada la disputa le amenazó diciendo:
"Todos necesitamos algo alguna vez"."
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