Mirad:
"Se
acercó a la puerta. La empujó suavemente y chirriaron las bisagras.
Vio unos charcos en el suelo, los siguió intrigada. Giró a la
izquierda, después a la derecha, siguió recto. De repente, al mirar
atrás la puerta había desaparecido. Cuando volvió a mirar hacia
delante, espantada comprendió lo que era el rastro que había
seguido. Miró a su alrededor y horrorizada se llevó las manos a los
ojos, no podía ser... ¡había sangre por todas partes!"
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