miércoles, 4 de marzo de 2015

OPTIMISTA versus PESIMISTA. Marián García Tárraga


¡Qué importante es la actitud con la que afrontas el día a día...la vida!

Mirad qué diferencia...¿quién es más feliz?


Pilar se levantó feliz. Era un espléndido día de primavera, con un precioso sol que iluminaba el paisaje desde la ventana. Todos los huertos de naranjos brillaban y las distintas tonalidades del verde de las hojas contrastaban con el color naranja de los frutos todavía no recogidos. De verdad que era un día magnífico. Era una persona privilegiada ya que desde su habitación veía como los pájaros hacían sus nidos y le despertaba el trinar de los mismos cada mañana. En el hospital visitaba a otros enfermos y les contaba cuentos a los niños que pasaban, como ella, días, semanas y meses encerrados.

Todos los días, por la mañana o por la tarde, recibía la visita de Pedro el enfermero. Aburrido por su trabajo, proporcionaba a Pilar la medicación y el gotero sin apenas mirarla. Ella sonreía y su mirada buscaba la de Pedro pero no llegaban a encontrarse porque él la giraba sin poner interés alguno. Estaba cansado de su trabajo, le parecía odioso moverse entre enfermos y ahí estaba, por unos cuantos euros al mes, deambulaba por entre los casi muertos del hospital, lo último de lo último, los más enfermos, los terminales. Seguro que al día siguiente pondría un gotero menos pero eso no tranquilizaba a Pedro porque con la lista de espera llena pronto pondría otro y otro y otro...

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