En el taller de adultos, a LAURA RUBIO TORRECILLAS, la frase “llevaba todo el día con una piedra en el zapato" le sugirió la siguiente historia...
¡Divertida!!!!
"Hay
días que te levantas con el pie cambiado, esos en los que nada sale
como habías planeado aún llevando meses con preparativos. Tenía el
horrible presentimiento que ese sería uno de ellos, como cuando se
te mete una piedrecita en el zapato, pequeñita que no te impide
caminar pero molesta y que al acabar el día cuando te descalzas te
ha hecho una herida en el pie.
Sus
peores presagios se cumplieron cuando al ir avanzando el día todo le
salía al revés. Empezó con las tostadas quemadas en el desayuno lo
que hizo que toda la cocina se llenara de humo. Se detuvo para abrir
las ventanas llegando tarde a la charla que tenía que dar. Con las
prisas entró atropelladamente en la sala de conferencias nº 1 sin
ver el minúsculo escalón que le hizo dar un traspiés y chocar con
un señor muy estirado y encorsetado que le pidió que abandonara la
sala. No le dio tiempo de explicar que ella era la ponente. Entonces
miró a su alrededor y observó como todo el mundo estaba en silencio
meditando. salió de la sala y vio quince llamadas perdidas y un
mensaje diciéndole que la esperaban en la sala de conferencias nº 3,
entonces dijo para sí misma "mucho mejor tener todo el día una
piedra en el zapato".
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