Hacía mucho tiempo que no leía
teatro. Cuando un amigo me dijo que lo leyera para preparar un
proyecto me pareció una idea genial. Me encanta perderme en las
bibliotecas de los demás y, en este caso, la biblioteca vino a mí
junto a un café...¿se puede pedir más?.
Antonio Gala nos deleita con un
brillante control del diálogo...me encanta cómo describe cada acto
y cómo matiza los detalles de cada momento.
Las conversaciones entre dos mujeres
tan distintas: MARÍA, de 70 años y YENI, de veintipocos, los
enredos entre ellas, el lenguaje que utilizan, los estereotipos, los
esquemas mentales...sorprenden porque, en ocasiones, es la joven la
más madura y la más mayor resulta ser más moderna.
El desarrollo de las escenas y la
evolución de los personajes en los Cuatro Cuadros se hace patente
cuando tiene por objetivo la unión de estas dos personas en un
futuro común.
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