Fueron concebidas para
ser distintas, fueron creadas para identificar a sus portadores, pero
con el transcurso de los años cayeron en el olvido y fueron
depositadas en cajas, cajones y naves.
Se encontraban
multiplicadas y repartidas en departamentos pequeños, distribuidas
en cientos de cajones dentro de muebles, en armarios de madera maciza
que llenaban miles de metros cuadrados de la nave industrial. Llena
de muebles, la nave, parecía vacía por dentro, fría. Espacio
ocupado por objetos inanimados.
Las gafas dormían
encajadas desde que las lentillas eran implantadas en los ojos
miopes, hipermétropes...nadie las usaba, nadie las necesitaba, sin
embargo, ellas, aisladas, inútiles e inservibles no dejaban de estar
en el lugar de sus sueños.
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