"¡Qué bonita!, exclamó
Melani. Wendoline tenía aires de grandeza, esperaban juntas en la
cola del cine. Cuando entraron Wendoline se sentó en una silla
todavía caliente de la anterior persona que allí estuvo. Se sentó
al lado de Melani sin darse cuenta, cuando Melani la vio le dijo con
profundas palabras: -”Debes aprender el arte de no amargarse la
vida”. Después de estas intensas palabras se levantó, le ofreció
una piruleta de las que tomaban de pequeñas y se fue con una sonrisa
de oreja a oreja. Después de eso, Wendoline fue mejor persona".
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