Es un libro actual a
pesar de estar centrado en la Edad Media. Actual en cuanto a la
crítica social, a las reflexiones que hace la protagonista, a los
sentimientos y a la entereza que hay que ponerle a la vida y a las
decisiones que se toman en ella para seguir adelante. Unas veces se
acierta y otras no pero Leola vive intensamente porque, creo, que no
sabe vivir de otra forma. Se rodea de verdaderos amigos por los que
vale la pena compartir cada momento de su vida y por los que se
sacrifica y a los que cuida. Personajes distintos, diversos,
caricaturas, en ocasiones, de humanos, enanos o gigantes rodean al
personaje principal haciéndola, si cabe, más humana.
Es un gran libro. Uno de
esos que dejan huella y que no dejan a nadie indiferente. Creo que
con él no hay término medio. Hay a quien le encanta y hay a quien
no le ha gustado nada. A mí me ha encantado, me ha hecho pensar,
reflexionar y disfrutar. Creo que de un libro no se puede pedir más.
Gracias a Vanesa Cuenca
por su recomendación y a mi prima M. Ángeles por pasármelo. Ya ha
vuelto a su dueña pero en mí, ha dejado huella.
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