Mirad:
"No siempre fue
así, pero desde hace un tiempo vivo en un barco. No puedo vivir en
tierra firme. Hace tiempo que me desterraron de allí, escapé de un malvado que
me daba palizas día si, día también. Aquí me divierto, encontré un amigo,
juntos subimos a la cubierta y desde allí observamos los movimientos del sol y
la luna, como juegan a no verse. El capitán es muy bueno con nosotros y nos
deja dormir debajo de su litera. allí me siento a gusto, calentito y seguro.
Por la mañana, tomamos el sol y los marinero juegan a cazarnos, a veces pienso
que alguno no juega pero ya los conocemos y nos escondemos entre los cabos o
las redes y de vez en cuando les quitamos del cesto algún que otro sabroso
pescado."
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