Durante
la primavera del 2015 el nombre de MEGAN MAXWELL rondó por mi
cabeza. Una alumna del Taller de Escritura comentó que leía a esta
autora. Otra del Club de Lectura también la nombró. Así que decidí
buscar el momento para encontrar alguna de sus obras en cuanto
tuviera una oportunidad.
Cuando
llegué a la biblioteca no tenía claro el libro que iba a coger
prestado. El subconsciente me llevó a esta autora y a ver el
ejemplar de “Pídeme lo que quieras” con una pegatina de
“No apto para menores de 18 años” y otra de “8ª edición”.
Sentí curiosidad.
Cuando
formalizaba el préstamo la bibliotecaria sonrió con una sonrisa
pícara. “En fin”, pensé. Últimamente me encuentro leyendo mucha
novela romántica y ella debe saber que esta obra lo es. Las
referencias que yo tenía de esta autora eran esas, ella escribía
Novela Romántica.
Cuando
llegué a casa y empecé a leerlo comprendí esa sonrisa pícara y el
resto de pegatinas que tenía el ejemplar. Habían sido “alarmas”
que yo no había interpretado hasta que no me tuvo en sus garras.
Estaba leyendo Novela Erótica. Fantástica, por cierto.
Lo leí,
lo disfruté y cuando lo devolví fui yo la que le plantó la sonrisa
pícara a la bibliotecaria cuando cogí en préstamo, también, los
otros dos libros que forman la Trilogía: “Pídeme lo que
quieras, ahora y siempre” y “Pídeme lo que quieras o
déjame”.
Si te
gusta este tipo de literatura...no dejes de leerlo.
Es
distinto al Grey. Trata otras fantasías sexuales...
Tú
mism@...ya me cuentas...lo sabré por tu sonrisa pícara...
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