Es curioso, a veces, como
te llegan los libros, como acaban formando parte de tu librería o de
los que se amontonan en tu mesita esperando ser cogidos, te miran
cuando pasas y cuando les toca el turno empieza la RELACIÓN que
acaba siendo una simbiosis, yo les acaricio y mimo sus páginas
mientras los devoro y ellos me hacen disfrutar mientras me inmiscuyo
en sus relatos, conozco a sus personajes, imagino las escenas o me
planteo por qué el escritor ha querido expresarse así.
Cuando se trata de un
libro escrito por un amigo la cosa cambia, sé que antes o después
hablaremos de mis impresiones y de si me ha gustado o no su lectura.
A todo autor le gusta valorar si los lectores disfrutan de lo que
ellos escriben y todos te piden sinceridad.
Pues bien, este libro me
ha gustado, me he reído (a pesar de los temas criminales y delitos
contra la propiedad) y me han parecido originales los personajes,
pobres diablos, que asumen su situación y su vida como algo
profesional, se sienten atracadores (en su mayoría) y ejercen la
profesión con toda la “dignidad” que merece, jajajaja.
Se disfruta del lenguaje
coloquial, del humor con el que está escrito y de la crítica social
que rezuma.
¿Género Criminal? Pues
eso parece…quizás por el tema que los une.
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