Me encanta que me recomienden libros para leer, siempre
agradezco a los amigos sus referencias, que ¿por qué? porque
siempre descubro algún autor o algún tema que desconozco y del que
aprendo algo. Siempre aprendiendo...
En este caso primero conocí al autor, actualmente
amigo, y, al tiempo de conocerlo, adquirí dos de sus libros. Cuando
le anuncié que iba a proceder a leer el primero me dijo: - Cuando lo
leas lo comentamos...y yo le dije: - Seré sincera! Y ahí quedó
todo porque aunque lo he leído ya...todavía nos falta la sesión
del café para debatir los dimes, diretes, gustos, disgustos, no
gustos...y demás cuestiones que surjan entorno al libro escrito por
él y leído por mí. Pero esto sería objeto de otra reseña,
¿verdad?, jajajaja.
La historia que narra Vicente en este libro nos hace
reflexionar acerca de lo que es cierto y de lo que no, de lo
mediático y de lo real, de la medicina tradicional y la alternativa,
de las creencias, del amor, de la amistad engañosa y de la
verdadera, de la fe en lo que crees, en lo que eres...
He aprendido conceptos de la medicina alternativa que
desconocía y he reflexionado acerca de la verdad y la mentira de las
situaciones que nos plantean los personajes. Es un libro de lectura
ágil, de hecho, parece que estás viendo una película de las que
echan por la televisión los sábados por la tarde, de las que
entretienen sin más. Me gusta cómo une un capítulo a otro, cómo
termina y te deja con la necesidad de empezar el siguiente...sin
duda, también propio de las películas de intriga.
Es un libro que recomendaría para esas tardes de abril,
de montaña, si te apetece premiarte con una ágil novela de ciencia
ficción, no dudes en buscar un ejemplar y leerlo...y después lo
comentamos en un café...
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