Cuando terminé de leer
este libro tenía la sensación de que me faltaba algo. Me encantó
la sencillez de sus personajes, un poco pintorescos, eso sí, y que
me enganchara hasta el punto de no querer dejar de leer. Lo que hago,
en estos casos, es pasear el libro dentro de mi bolso y leo en
momentos de café, espera o, si se tercia, hasta de pie mientras
cambia el semáforo.
Comparto, con los
personajes principales, el amor por los libros y, creo, que sería
capaz de viajar, como lo hace una de ellas, para conocer a otras
personas que tienen el mismo gusto que yo. Este libro te va
referenciando otras obras y autores de modo que parece que te los
recomienda para su lectura y lo hace de un modo entretenido y
didáctico, comentando alguna acción o algún personaje de estas
obras que entrelaza al hilo de su propia historia.
Creo que ya sé lo que me
faltaba cuando lo terminé...me faltaba MÁS.
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