domingo, 15 de noviembre de 2015

RESEÑA Obabakoak BERNARDO ATXAGA. Ediciones Suma de Letras, S.L. Punto de Lectura


Como he comentado en más de una ocasión me encanta pasear por las bibliotecas de las casas de los amigos y conocidos. La mayoría de las veces acabo con un (o más de un) libro que me prestan para leer y disfrutar. Al devolvérselo, saben que después algún comentario les hago sobre mis impresiones, aunque ellos ¡pobres! no me lo pidan. No puedo evitarlo. Parece enfermizo.

En esta ocasión fuimos a casa de Luis, amigo de mi amigo Vicente y ¡volví a hacerlo! Luis no me conocía de nada pero imagino que lo intuyó porque al quedarme mirando los libros de su biblioteca me preguntó si quería llevarme prestado algún libro. Y, como no, le dije que sí. Me dejó prestado el libro que reseño hoy de Bernardo Atxaga, OBABAKOAK, galardonada con el Premio Nacional de Literatura.

Nunca había leído literatura escrita en vasco traducida con posterioridad al castellano, no es que tenga que tener algo distinto pero me llamó la atención. También me fijé en el premio que había recibido. Sentí curiosidad. Sigue pareciendo enfermizo.

Cuando empecé a leerlo valoré que se trataba de cuentos e historias sobre Obaba y otro pueblo llamado Villamediana. Varias cosas he aprendido con esta obra pero destaco dos. Una. Volví a cuestionarme los conceptos de “cuento” e “historia” que, a veces, utilizamos a la ligera como sinónimos. Con este autor valoras de nuevo las diferencias entre unos y otros. Dos. Quise saber qué significaba el sufijo -koak porque me di cuenta que las historias eran (en su mayoría) sobre este pueblo y al buscar en internet ese significado (el sufijo significa -”de” Obaba) me bajé una gramática del idioma vasco. Curioso idioma del que ya he aprendido algunas palabras y reglas de ortografía. Es enfermizo.

Las historias de esta obra son de “pueblo”, de personajes y vivencias de la gente de este pueblo, de sus supersticiones y costumbres, de sus miedos, sentimientos y esperanzas de cambios.

Me ha encantado. Es totalmente distinto (y por eso lo he disfrutado tanto) de lo que estoy leyendo últimamente. Apeteciblemente enfermizo.

Gracias a Vicente y a Luis.

Para recomendar si no lo habéis descubierto todavía.


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