Me ha sorprendido mucho el Detective MARTIN BECK. Los
autores nos muestran un policía “humanizado”, con su malestar y
dolores, con sus preocupaciones (personales y profesionales),
angustias, manías y gustos propios. No es un “super detective”
sino que es un policía “normal” que intenta hacer bien su
trabajo.
En esta obra la investigación se hace difícil al
principio acelerándose al final de modo sorprendente.
El detective nos muestra la Suecia de los años 60,
próspera y boyante. Nos describe sus barrios, lagos y costumbres.
Me ha gustado la agilidad de las acciones que describen
y la rapidez de los hechos que van acaeciendo. La sensación es estar
viendo una película de intriga.
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