Mirad:
"Estaba
cansada de tantas mentiras, tan bien camufladas, siempre lo mismo,
“no por qué...”, “lo que pasa es que...”, palabras que
conocía de memoria y alternaba en un orden repetitivo y la peor de
todas “me encantaría pero...”. Cada día lo soportaba menos,
estaba dispuesta a cortar con él en cuanto supiera cómo. No
encontraba la manera. Un hombre cuyas palabras eran solo una
excusa, ese no era el padre que
yo quería para ti, hijo mío, tú mereces más. Tenía claro que él
no sería un padre para ti."
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