ALEJANDRO LOOR MIRANDA creó este microrrelato "negre" este lunes en el Taller de Escritura.
Muy crudo.
Mirad:
"El
asesino sonrió tras atarle las manos... una
cara tan macabra tras aquella máscara inocente... Cuando se la
quitó, la víctima gritó hasta quedarse sin voz y el asesino se
acercó cantando una canción: -Cuidado que voy, cuidado que voy. El
escalofrío fue más intenso y sus piernas temblaron con más fuerza.
-El carnicero el cuchillo afiló -siguió cantando. La cogió del
pelo y la obligó a mirar al suelo. -Cuidado que voy, cuidado que
voy. La víctima llorando, meándose de miedo, suplicó por su vida.
-Y el cerdo el cuello cortó".
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