"Todos esperan el típico
cuento de Caperucita Roja con la frase “Ven, no voy a hacerte
daño...” pero el cuento me sucedió a mí en vivo y en vez del
lobo el que decía la frase era mi padre. Me sentí temerosa de que
me pegara. Salí corriendo despavorida y es que...la última vez que
no recogí mi cuarto me pegó en el trasero. Si me hizo eso, no sé
qué me hará si he abandonado a mi hermano en el supermercado..".
¡¡¡¡Ingeniosa!!!!
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