"Una tarde de primavera
Lily y sus dos hijas, Sandra y María, salieron a pasear por el
bosque. En mitad del paseo se desató una tormenta monumental y se
refugiaron en una cueva. Primero de todo cayó un rayo, después un
trueno y así sucesivamente. Las dos pequeñas tenían mucho miedo
así que su madre, para calmarlas, decidió contarles una historia
con la que se distrajeran de su miedo. Comenzó su historia. Cuando
se dieron cuenta la tormenta había pasado. Ella giró su cabeza y
dijo: -continuemos nuestro paseo, la tormenta ha cesado. Pero las
niñas, no estando de acuerdo en dejar a medias el cuento,
preguntaron al unísono: -¿y qué pasó después?. Y Lily, ahogando
una risa continuó el cuento hasta llegar a su fin".
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